Comunicación Responsable en el sector Agroalimentario

Tal y como decía Gabriel García Márquez: “Lo que no se comunica, no existe”. Esta frase tan real, quizá es la que ha motivado durante los últimos años, el importante auge en la inversión que las empresas del sector agroalimentario realizan en comunicación. Y es que, sin lugar a dudas, una estrategia comunicativa bien planificada y ejecutada tiende a ofrecer los mismos resultados que una buena cosecha: buenos resultados.

Esto, curiosamente, si echamos la vista atrás algo más de una década era impensable o, más bien, anecdótico. Especialmente, en el caso de las empresas de la industria agroalimentaria y, en concreto, aún más, en las de la industria agrícola. Aunque el sector demostraba cambio, evolución y, ganas de dar a conocer a la sociedad sus avances, no solía hacerlo con los medios o herramientas adecuadas. O, en concreto, con los profesionales que le orientaran sobre cómo hacerlo de la manera más efectiva.

Todo ello, quizá, porque muchas de estas empresas solían operar bajo la falsa premisa de que “un producto, si es bueno, se vende solo”. Craso error, ya que esto, con los años, se ha demostrado que no es así.

Especialización de la comunicación

Afortunadamente, esta idea experimentó un notable cambio durante la pandemia. El hecho de que el sector agroalimentario fuera uno de los pocos que no dejó de trabajar durante el confinamiento, para que los alimentos siguieran llegando a sus puntos de distribución fue algo que consiguió modificar la percepción de la sociedad hacia la importancia de los avances de la industria agroalimentaria.

Como consecuencia, las empresas del sector comenzaron a incrementar su inversión en comunicar. Les gustaba contar lo que hacían porque eso se traducía en beneficios, no solo, a nivel de imagen de marca y reputación, sino económicos.

Pero, como todo en la vida, a la parte positiva se le sumó una negativa. Los bulos sobre las consecuencias del consumo de ciertos productos agroalimentarios se convirtieron en el día a día de las páginas de muchos diarios. Algunos de estos, incluso, de los de mayor tirada nacional. Y, en la mayoría de los casos, este tipo de falsas noticias o fakes se producían por una causa concreta: desinformación.

El efecto bulo

Así, muchos responsables de Comunicación del sector agroalimentario amanecían con el bulo de que uno de los productos estrella de su marca, de repente, y sin ningún motivo o estudio fiable que lo avalara, se había convertido en un producto tremendamente nocivo para la salud. Y, ello, por el simple hecho de que un redactor malinformado sacaba a la luz las declaraciones de un llamado “experto”, o de un estudio sin contrastar, que afirmaba que “x” alimento -que, durante siglos había sido recomendado por sus propiedades saludables- era ahora totalmente perjudicial para la salud.

Todo ello, enriquecido con el gran potencial que las redes sociales tienen para proyectar cualquier noticia y de provocar el efecto alarma en la sociedad. 

En concreto, según datos de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), ante una noticia negativa sobre alimentos y bebidas, un 40% de los consumidores busca información adicional, y un 39% cambia su consumo. Es por ello que, el papel del periodista, y su obligación de ejercer una comunicación responsable cobran una gran importancia. Y es que, la información que difunden tiene una gran capacidad de influir, de forma directa, en los hábitos de consumo de los ciudadanos. 

Importancia de una Comunicación Responsable

Para intentar poner “tope” a esta creciente tendencia, la Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB) y la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS)emitieron un comunicado. En este, recordaban a los profesionales de la información la importancia de cumplir con las recomendaciones incluidas en el “Manifiesto por una comunicación responsable en Alimentación y Salud”, publicado por ambas asociaciones en 2013.

En este documento, ambas entidades alegan la importancia de una comunicación responsable, y de que los periodistas se comprometan con la difusión de una información rigurosa y objetiva sobre alimentación y salud. Como bien indican en su manifiesto, “la desinformación en nutrición supone un riesgo para la salud, teniendo un coste social, económico y personal” importante.

Por eso, en Integral Media, nos preocupamos por la imagen y buena reputación de nuestros clientes, muchos de ellos vinculados al sector agroalimentario. Actualmente es clave estar bien informados y muy atentos a las noticias o ‘fakes’ publicadas en medios de comunicación que puedan afectarles. Mantener una escucha activa online/offline y especialmente en redes sociales, es una de nuestras grandes y apasionantes tareas. 

Para ello, contamos con un equipo de profesionales de la comunicación e información especializados que cuentan además con alta especialización en el sector agroalimentario. Nuestro equipo se encarga de asesorar de forma personalizada a cada uno de nuestros clientes a la hora de planificar y difundir información sobre sus productos, a través de cualquier soporte. Así, conseguimos que sus comunicaciones transmitan el gran trabajo, esfuerzo e inversión en I+D que realizan tanto sector agro como industria agroalimentaria día a día.

Si quieres que tus informaciones y/o estrategias de comunicación cumplan con esos requisitos: ¡contacta con nosotros y tomamos un café!